Que decir....pocas palabras se me quedarian en el tintero amigo, nos conocimos en la cruz roja en el año 1997 que tiempos vividos el destino, quiso que volvieramos a coincidir tu de bombero profesional y yo en el 112 en una medicalizada...joder que recuerdos!!! conseguiste tu mayor sueño...ser tu y repartir esa personalidad tuya con todos nosotros algunos mas otros menos da igual porque nos impregnaste de tu ser como una buena persona que eras..muy tuyo..pero eras cojonudo tio..y sigues siendo cojonudo...te prometo que nunca olvidare a esa persona que eras lo que vivimos juntos esos servicios a tu lado esa camaderia....Una vez estando en iraq un abuelo me comento que la gente va y viene pero lo que le hace grande a una persona cuando se va es las sensaciones que deja el calor el cariño impregnan a los que estan a su lado sus sueños todo eso entra en un ciclo que envuelve a la persona, conseguias enganchar a la gente alvaro...conseguias aportar muchas cosas a todos cuidate amigo...y ya sabes que nunca me ha gustado decir adios sino hasta luego...
Me acuerdo perfectamente como ya hace años, el último día del curso de escalada, nos preguntaste que sígnificaba aquello para nosotros. Yo, por entonces dubitativo, te respondí que superación, y tú sin la menor duda, Libertad. Tan claro lo tenías que te has tenido que adelantar un poquito más que el resto, para alcanzar la más Absoluta de Todas.
Seguirás conquistando montañas alvarito, porque en cada nueva cima que escalemos, estarás con nosotros.
Hasta siempre compañero!
Pienso mucho en tí y en la gente que te quiere, en lo duro que les tiene que estar resultando... pero también se que los que mejor te conocen se llenarán de orgullo y de admiración una vez superado el dolor de tu pérdida cada vez que te recuerden... y se acordarán de tu risa, y de tu voz tan característica... y de esa pasión por la montaña que te hacía tan grande...
Ha sido un placer conocerte y aprender de tí.
Cuídate mucho allá donde estés... tan alto, en la cumbre...
Mucho ánimo a la toda su familia, tanto la "personal" como la "montañera". Como consuelo nos queda que hizo lo que amaba hasta el final.
Gracias por todo lo que has dado a cada miembro de esta familia, por tantos momentos, tantas experiencias, por darnos de nuevo la vida, esas risas, tanto... como el dolor que nos dejas.
Un beso y hasta siempre Alvarito.
Cuando uno comparte y sabe lo que la montaña significa en nuestras vidas, entiende perfectamente y comparte las aventuras que otros compañeros/as hacen.
La montaña, el contacto directo con la naturaleza es una forma de vida, es dar un sentido a nuestra existencia, es una superación. Tuve la suerte de rozar mi existencia con Álvaro, ha pasado tiempo de aquello, pero los momentos vividos en la montaña quedan muy dentro y son momentos que nos enriquecen y forman parte de nuestro equipaje vital. Nadie se va para siempre por que cada vez que subimos una montaña allí están con nosotros los que en algún momento de nuestras vidas significaron cosas positivas. Mi más sentido apoyo y aprecio para las personas más adyegadas y en general a todo el mundo que ama la montaña.
Hola Álvaro, no te conocía personalmente, sí de vista, ya que igualmente trabajo en el ayuntamiento.
Lamento mucho tu pérdida sobre todo por la huella, el vacío y recuerdo que dejas en la familia, amistades y seres queridos, pero a la vez y aunque no pueda servirles de consuelo, seguramente tu pasión por la montaña, era tu sueño en vida, y por lo tanto, como ocurre en muchos de estos casos (actores, artistas, toreros...) si te hubiesen preguntado una forma de desaparecer de este mundo, muy posiblemente y sin dudar un segundo, hubieses respondido: "escalando un ochomil"...
Y a los que te perdieron, mi más sentido pésame, a la familia en primer lugar, a las amistades y compañeros de profesión, y a todas aquellas personas que por una u otra razón, te recordarán y te llevarán siempre en su corazón.
Lola CR
Alvarito! Muchas gracias por tus lecciones y el apoyo incondicional que me brindaste cuando más falta me hizo. Te echaremos de menos. Una cosa está clara...has llegado donde muchos jamás conseguiremos llegar. Descansa amigo!
Alvarito tío, tú siempre haciendo ruido, con esa voz rotunda y ese exceso de personalidad, con tu gran capacidad para hacer las cosas que te ilusionaban, y sobre todo por compartirlas con los demás.
Decidiste vivir tus sueños en vez de guardarlos en un cajón y ahora estás abrazado al más grande de ellos.
Juntos hemos andado parte del camino, y siempre formarás parte de mi memoria. Recuerdo cómo me animabas cuando perdimos a Coto, diciéndome que él había elegido vivir así, y así era feliz, y que nosotros sólo podemos recordarle y decir:
"Chapó mákina"
Te has ido y te echaremos de menos, pero ten la seguridad de que cuidaremos a tu gente que se ha quedado entre nosotros.